responsabilité et liberté

Responsabilidad y libertad: ser responsables nos hace libres

El vínculo entre responsabilidad y libertad es un tema filosófico recurrente. Aristóteles, Marc Aurèle, Victor Hugo, Carl Jung, Jean Paul Sartre… para todos aquellos que quieran saber más o simplemente se pregunten sobre este tema, hay muchas referencias que les invito a descubrir. Pero, ¿qué significa para ti el vínculo entre libertad y responsabilidad en el día a día?

Ser responsables: ¿qué dicen nuestras emociones?

– “Soy responsable de lo que me pasa”

– “Las circunstancias y los demás son los responsables de lo que me pasa”

Tomemos un momento para escuchar cómo estas dos declaraciones resuenan con nosotros. Lo importante al principio no es razonar sino sentir las emociones que surgen al imaginarte en una situación incómoda cuando te haces las siguientes preguntas:

– ¿Cómo me siento cuando digo que soy responsable de lo que me pasa?
– ¿Cómo me siento cuando pienso que las circunstancias o los demás son los responsables de lo que me está pasando?

En los próximos capítulos ampliaré las respuestas que di cuando abordé estas preguntas por primera vez. Es probable que estas respuestas no se correspondan con tus sentimientos. Sin embargo, no es tanto mi respuesta lo importante, sino el enfoque que consiste en primer lugar en considerar nuestras emociones y luego reflexionar sobre ellas.

Ser responsable no significa ser culpable.

Esto puede sorprenderte, pero la culpa fue mi primera respuesta. Cuando me imaginé en una situación desagradable pensando que soy responsable de lo que me está pasando, me sentí culpable. Básicamente sentí que había hecho algo mal y merezco el castigo infligido.

Como se puede imaginar, esto no hizo que quisiera ser responsable de lo que me sucedió en absoluto. Es mejor que sean los demás o el destino que asuman este cargo. Así fue como mi sentimiento sobre la segunda afirmación fue de alivio (¡uf! no soy yo, es la vida o son los demás).

Sin embargo, ser responsable y ser culpable no son lo mismo. Ser culpable es ser quien ha cometido un acto reprensible, condenable. Ser responsable es responder (la etimología latina de la palabra es “respondere”) por las propias acciones, elecciones, decisiones que nos han llevado a esta situación. En otras palabras, ser responsable es simplemente asumir que estás en la situación en la que te encuentras.

Ser responsable te permite aceptar la situación en la que te encuentras por lo que es: una causa. Podemos así continuar en el camino de la responsabilidad preguntándonos libremente qué podemos hacer con esta situación, así nos ofrecemos la posibilidad de nuevas decisiones y acciones condicionadas, no por hechos externos, sino por nuestras propias elecciones, nuestra voluntad, nuestra conciencia. El vínculo entre responsabilidad y libertad empieza a tener sentido.

Hacer responsables a otros no es un alivio.

Por lo tanto, me sentí aliviado ante la afirmación de que los elementos externos son los responsables. Así que no tuve que responder por nada. Básicamente me libero de una carga y sigo adelante. Me sentí mucho más ligero de esa manera y sin mas preocupaciones 🙄.

Sin embargo, existen varios problemas con este enfoque. La primera es que los demás (y menos los eventos) no necesariamente quieren llevarse la patata caliente. Por lo tanto, es muy probable que se convierta en un boomerang y regrese al remitente. En el mejor de los casos, ahorra un poco de tiempo, pero termina regresando de una forma u otra. Así que era solo un alivio temporal.

¿Pero es eso realmente un alivio? Si nos liberamos de toda responsabilidad, significa que todo lo que nos sucede depende de elementos externos. Nos mueve el viento y la buena voluntad de los demás. Así que no tenemos control sobre nuestras vidas. El vínculo entre responsabilidad y libertad vuelve a ser evidente. Pero, sobre todo, la ausencia de responsabilidad en última instancia está lejos de ser un alivio, incluso es una situación bastante estresante cuando lo piensas. Así que mi sensación de alivio no solo era temporal, sino mayormente ilusoria.

Asumir la responsabilidad de lo que nos sucede nos hace libres

Esta es la historia de un hombre que pasa 27 años de su vida en prisión. Las condiciones son especialmente duras: se pasa el día rompiendo piedras, en pantalones cortos y sandalias incluso en invierno. Está incluso peor alimentado que algunos compañeros de prisión y sus relaciones con el exterior se reducen a unas pocas cartas censuradas.

Sin embargo, todos los días asume toda la responsabilidad de su situación, de sus elecciones. Esto le permite continuar implementando todo lo que esté a su alcance y de acuerdo con él mismo. Así consigue que todos los presos tengan los mismos derechos y que tengan acceso a la educación, al deporte e al arte. Incluso se negará a ser liberado si niega parte de sus convicciones. Unos años más tarde, una vez liberado, se acercará a personas que defendían ideas contrarias a las suyas para ofrecerles gobernar juntos el país, según su visión y con las habilidades de sus oponentes.

Se convertirá en presidente por 5 años, transformará su país e influirá en el mundo entero. Este hombre es Nelson Mandela. Este es sin duda un ejemplo elocuente, pero podría haber tomado como ejemplo los miles de millones de personas que asumen plenamente su situación cotidiana y van desde allí a mejorar su condición y la de los demás.

No es culpando a otros por haberlo metido en prisión, ni culpando al destino por haber nacido negro en un mundo donde reina la segregación que él promovió la igualdad entre todos los hombres. Es asumiendo plenamente el entorno en el que creció, pero también su propia responsabilidad por sus convicciones, sus elecciones y sus acciones. Incluso encerrado en una isla inhóspita frente a la costa de Sudáfrica, en condiciones infrahumanas, permaneció más libre que muchos de nosotros.

Asumir la responsabilidad nos da la libertad de elegir lo que podemos hacer en la situación en la que nos encontramos (y como lo expresa muy acertadamente Sartre «no escoger sigue siendo escoger»). Ya no depende de los demás ni de las estrellas. Y si un evento o una persona parece interponerse en nuestro camino, es simplemente una causa que podemos enfrentar asumiendo nuevas opciones y acciones. Es en este sentido que el vínculo entre responsabilidad y libertad es inseparable.

¿Cómo te sentiste acerca de estas afirmaciones «Soy responsable de lo que me pasa» y «¿Las circunstancias y los demás son responsables de lo que me pasa?

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