Introducción a la espiritualidad

Para muchas personas espiritualidad = religión. Si las religiones son una forma de espiritualidad, es sólo una de sus facetas. Aquí está una definición concisa pero nos permite discernir 3 enfoques distintos:

• Filosofía: Carácter de lo espiritual, independiente de la materia
• Religión: Creencias y prácticas que conciernen a la vida del alma, la vida espiritual
• Vida del espíritu, aspiración a los valores morales

Filosofía y espiritualidad.

La espiritualidad y la filosofía estaban unidas en la antigüedad. Fue con la expansión del cristianismo que se produjo la distinción. Sin embargo, los «ejercicios espirituales» de los filósofos de la antigüedad y la espiritualidad de la religión cristiana son muy diferentes en su actitud, en su forma de vivir o en el resultado de su reflexión. En el segundo caso, la actitud y la forma de vivir están orientadas por leyes divinas.

El Estoicismo es sin duda la corriente filosófica más representativa de este vínculo entre espiritualidad y filosofía. La búsqueda del conocimiento de sí mismo, del ser y del mundo conduce a un compromiso diario. Lejos de saber por saber, se trata de aplicar concretamente cada día, en cada momento, los frutos de la propia investigación, de las propias preguntas. “La atención es la actitud espiritual fundamental del estoico. Es la vigilancia y la autoconciencia lo que siempre está despierto”. (Ejercicios espirituales Pierre Hadot).

El vínculo entre las filosofías de la antigüedad radica principalmente en el propósito del enfoque filosófico: lograr la autoconciencia, una visión precisa del mundo, la paz y la libertad interior. Son terapias del alma, una transformación profunda de la forma de ver y de ser del individuo. Posteriormente, el cristianismo asume el papel de informar la totalidad de la existencia y la filosofía se convierte más en un análisis reflexivo de los conceptos que en un aprendizaje de la vida y una aspiración a la sabiduría.

Espiritualidad religiosa.

En las religiones monoteístas se trata de la relación entre el Ser creado y su Creador. En las religiones politeístas es más bien la relación con las entidades que dirigen nuestro mundo. Pero en cualquier caso, la espiritualidad religiosa está guiada por la fe y la esperanza.

También es una creencia y rituales compartidos que crean un vínculo. Esto puede tomar varias formas: vínculo social, vínculo con la naturaleza, con el universo, con la vida y la muerte, para permitirte conectar contigo mismo y, por supuesto, el vínculo con lo divino… Además, el origen de la palabra religión es a menudo asociado al latín religare que significa atar.

En la espiritualidad religiosa se produce un diálogo íntimo con Dios que da respuestas para una vida llena de sabiduría. También da respuestas sobre qué es la muerte: un paso hacia otra vida.

Para muchos, la religión es sinónimo de conflicto y violencia, o una puerta abierta al oscurantismo. Sin embargo, es sobre todo el trabajo de ciertas personas o grupos de personas lo que debe ser culpado más que las religiones en su conjunto. La idea aquí no es valorar o despreciar la religión, sino simplemente recordar que la religión es una forma de espiritualidad, y es incluso la forma más extendida.

La importancia de la espiritualidad

El punto no es decirte qué forma de espiritualidad es adecuada para ti, porque solo tú puedes averiguarlo, y no lo será. necesariamente la misma que el de tu hermano gemelo o el de tu mejor amiga. Por otro lado, tomarse el tiempo para dejar atrás su personalidad social y descubrir más sobre ti mismo te traerá más de lo que puedes imaginar.

Para empezar, te conocerás mejor a ti mismo, lo que en sí ya es enorme. Cuanto más te conozcas a ti mismo, mejores decisiones tomarás, y por tanto mejores resultados obtendrás. ¿Te suena muy egocéntrico? De hecho, también te permite conocer mejor a los demás, comprenderlos mejor y, por lo tanto, mejorar tus relaciones.

Pero tú, ¿qué piensas de la espiritualidad? ¿Es una oportunidad, una amenaza o una pérdida de tiempo?