resolver conflictos familiares gracias a la comunicación non violenta

Cómo resolver conflictos familiares a través de la Comunicación No Violenta.

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Resolver conflictos familiares puede ser un proceso difícil y agotador. Sin embargo, existe una técnica de comunicación que puede ayudar a superar los conflictos y construir relaciones más sólidas. Esta técnica se denomina Comunicación No Violenta (CNV) y puede ser utilizada para resolver un conflicto familiar de manera efectiva y positiva.

¿Qué es la Comunicación No Violenta?

La comunicación no violenta fue desarrollada por el psicólogo Marshall Rosenberg en la década de 1960 y desde entonces se ha utilizado en muchos entornos, incluida la resolución de conflictos familiares. La CNV  es un enfoque de comunicación que se centra en la escucha atenta, la comprensión mutua y la resolución de conflictos a través de una comunicación afectuosa.

La CNV se basa en cuatro principios fundamentales: observación, sentimiento, necesidad y demanda. Estos principios se pueden aplicar a cualquier tipo de conflicto familiar y permiten que los miembros de la familia se comuniquen de manera constructiva.

El principio de observación

El primer principio, la observación, consiste en describir objetivamente lo que sucede sin juzgar ni interpretar la situación. Se trata de centrarse en los hechos en lugar de las opiniones o las emociones. Por ejemplo, «Veo que no me has llamado en una semana».

Poner en práctica el primer paso en la resolución de conflictos familiares

Para implementar el principio de observación, aquí hay algunos pasos prácticos:

  1. Observa la situación: Tómate el tiempo para observar la situación y describe objetivamente lo que está sucediendo. Evite hacer juicios o interpretar lo que ves.
  2. Sé específico: usa un lenguaje claro y preciso para describir lo que observas. Por ejemplo, «Veo que tienes los brazos cruzados y no me miras».
  3. Evita hacer suposiciones: Evita hacer suposiciones sobre los pensamientos, intenciones o motivaciones de la otra persona. Manténte enfocado en lo que observas.
  4. Mantente objetivo: evita dar tu opinión o hacer juicios sobre la situación. Manténte objetivo y simplemente describe lo que observas.
  5. Presta atención a tu lenguaje corporal: tu lenguaje corporal también puede comunicar mensajes. Presta atención a tu postura, tu tono de voz y tu lenguaje corporal en general, para asegurarte de comunicarte con claridad y objetividad.
  6. Practica la empatía: Mientras observas la situación, trata de ponerte en el lugar de la otra persona para comprender mejor su punto de vista. Puede ayudar a comunicarte con más empatía y mejorar la calidad de tu relación.

Al centrarte en la observación de los hechos, da un paso atrás en las emociones  para poder  definir mejor cuál es la raíz del conflicto. Esto puede ayudarte a anticipar y comprender mejor el origen del conflicto familiar.

El principio de expresión de los sentimientos.

El segundo principio de la comunicación no violenta es la expresión de los sentimientos. Se trata de expresar tus sentimientos con honestidad y respeto. Es importante reconocer y aceptar sus propios sentimientos mientras escuchas los sentimientos de la otra persona. Por ejemplo, «Me siento triste y abandonado cuando no me contactas».

Aplicar la expresión de sentimientos para resolver un conflicto familiar

Expresar sentimientos es difícil para la mayoría de las personas. Desarrollar tu vocabulario emocional es una parte primordial del proceso. Los siguientes pasos serán entonces más fáciles de implementar:

  1. Identifica tus sentimientos: Tómate el tiempo para reflexionar sobre tus propios sentimientos en la situación dada. Trata de identificar las emociones que sientes, como tristeza, ira, alegría, frustración, miedo, etc.
  2. Sé honesto: Expresa tus sentimientos con honestidad, sin autocensurarte ni tratar de minimizarlos.
  3. Usa palabras específicas: describe tus sentimientos específicamente, en lugar de términos generales como «bueno» o «malo». Por ejemplo, se puede decir «Me siento decepcionado» en lugar de «Me siento mal».
  4. Evita culpar a la otra persona: Cuando expresas tus sentimientos, evita culpar a la otra persona. Mantente enfocado en tus propios sentimientos y no culpes a la otra persona por cómo te sientes.
  5. Estate en sintonía con tus necesidades: Tus sentimientos a menudo están ligados a tus necesidades. Trata de identificar las necesidades que tienes en la situación dada y compártelas con la otra persona. Por ejemplo, «Me siento frustrado porque necesito apoyo en esta situación».
  6. Estate abierto a la empatía: cuando expreses tus sentimientos, estate abierto a la empatía de la otra persona. Escucha atentamente lo que tiene que decir y trata de entender su punto de vista.

Al expresar tus sentimientos con honestidad y escuchar los sentimientos de la otra persona, ya no son las emociones las que te controlan a tí, sino que cada uno se responsabiliza de sus emociones. Esto te permite comprenderte mejor a tí mismo y a los demás.

El principio de identificar las necesidades.

El tercer principio es identificar las necesidades insatisfechas. Las necesidades son aspiraciones universales como la seguridad, el respeto, la confianza, etc. Identificar tus necesidades y las de la otra persona puede ayudar a comprender las razones del conflicto familiar. Por ejemplo, «Necesito saber que te preocupas por mí y te preocupas por nuestra relación».

Poner en práctica la expresión de necesidades para resolver conflictos familiares

Aquí hay algunos pasos prácticos para implementar este principio:

  1. Identifica tus necesidades: Tómate el tiempo para pensar en tus necesidades en la situación dada. Identifica las necesidades que no se están satisfaciendo y las que te gustaría ver satisfechas.
  2. Expresa tus necesidades con claridad: Utiliza un lenguaje claro y preciso para expresar tus necesidades. Sé honesto y evita minimizarlos o censurarlos.
  3. Evita hacer demandas: cuando expresas tus necesidades, evita hacer demandas directas a la otra persona. Mantente enfocado en tus necesidades y no le pidas que las satisfaga directamente.
  4. Manténte abierto a la discusión: Estate abierto a la discusión y encuentra soluciones para satisfacer tus necesidades. Trata de encontrar soluciones que satisfagan tus necesidades respetando las de la otra persona.
  5. Ten en cuenta las necesidades de la otra persona: cuando expresas tus necesidades, ten en cuenta las necesidades de la otra persona. Trata de encontrar soluciones que satisfagan las necesidades de ambas partes.
  6. Practica la empatía: a medida que expresas tus necesidades, trata de ponerte en el lugar de la otra persona para comprender mejor su punto de vista. Puede ayudarte a comunicarte con más empatía y mejorar la calidad de tu relación.

Al expresar tus necesidades con claridad y estar abierto a la discusión, puedes mejorar la comprensión de tí mismo y de los demás. Encontrarás el equilibrio entre tus necesidades y las de los demás. La resolución de un conflicto familiar pasa necesariamente por escuchar las necesidades de cada uno.

 

El principio de hacer una solicitud.

El cuarto principio, la exigencia, es pedir a la otra persona lo que necesitas de forma clara y concreta. Las solicitudes deben ser positivas y respetuosas, y deben considerar las necesidades de la otra persona. Por ejemplo, «¿Podrías llamarme más a menudo para que podamos mantenernos en contacto?»

Puesta en práctica de la formulación de una solicitud para resolver un conflicto familiar

Aquí hay algunos pasos prácticos para implementar este principio:

  1. Identifica tus necesidades: Identifica las necesidades que te gustaría ver satisfechas en la situación dada.
  2. Formula solicitudes concretas: Formula solicitudes claras y concretas para satisfacer tus necesidades. Evita las solicitudes vagas y generales que pueden ser confusas.
  3. Sé honesto: Expresa tus solicitudes con honestidad, sin autocensurarse ni tratar de minimizarlas.
  4. Estate abierto a la discusión: Estate abierto a la discusión y a encontrar soluciones para satisfacer tus demandas. Trata de encontrar soluciones que satisfagan tus necesidades respetando las de la otra persona.
  5. Sé consciente de las necesidades de la otra persona: Al hacer tus solicitudes, sé consciente de las necesidades de la otra persona. Trata de encontrar soluciones que satisfagan las necesidades de ambas partes.
  6. Evita hacer solicitudes coercitivas: Evita hacer solicitudes que sean coercitivas o que no dejen espacio para la negociación. Prioriza las solicitudes que estén abiertas y permitan una discusión honesta y constructiva.

Al hacer solicitudes claras y concretas, puedes mejorar tu comunicación y tu capacidad para resolver conflictos. También puede ayudarte a comprender mejor a los demás y fortalecer tus relaciones. Sin embargo, es importante tener en cuenta que las solicitudes no deben usarse para coaccionar o manipular a la otra persona, sino para encontrar soluciones que satisfagan las necesidades de ambas partes.

La mejor manera de resolver un conflicto familiar es cuando no tiene tiempo de aparecer

La aplicación de la comunicación no violenta para la resolución de conflictos familiares puede ayudar a los miembros de la familia a comprenderse mejor, conectarse a un nivel más profundo y construir relaciones más sólidas. Al usar CNV, los miembros de la familia pueden aprender a comunicarse de manera más efectiva y resolver conflictos de manera constructiva.

CNV también puede ayudar a prevenir conflictos familiares al mejorar la comunicación y alentar a los miembros de la familia a ser más abiertos y comprensivos entre sí. Al practicar la Comunicación No Violenta, los miembros de la familia pueden aprender a escuchar atentamente, expresar sus sentimientos y necesidades, y pedir lo que necesitan de manera clara y respetuosa.

Conclusión: la CNV es una herramienta de comunicación eficaz para resolver conflictos familiares

En conclusión, la CNV es una poderosa técnica de comunicación que puede ayudar a resolver los conflictos familiares de manera efectiva y positiva. Mediante el uso de los cuatro fundamentos de la comunicación no violenta (ver, sentir, necesitar y pedir), los miembros de la familia pueden aprender a comunicarse constructivamente y construir relaciones más sólidas.

La práctica de la CNV a menudo permite prevenir conflictos familiares. Al mejorar la comunicación y desarrollar la apertura y la comprensión entre los miembros de la familia, a menudo se evitan malentendidos, tensiones y frustraciones. Si estás sumido en un conflicto familiar, la Comunicación No Violenta puede ser una solución eficaz para resolverlos de forma positiva y mejorar la calidad de tus relaciones familiares. Sin embargo, ten en cuenta que puede ser un trabajo largo, que es importante tener en cuenta al otro y permanecer honesto, abierto, firme en lo que es más importante para tí y flexible en el camino para llegar a un equilibrio para todos.

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